Mi primer casamiento judio
Les cuento del casamiento de unos amigos, Aliza y Mike, que tuvimos en Dallas. Primero, mi vestido. Hace mucho me compré un vestido negro strapless de coctel (por la rodilla) y nunca lo había usado. Me lo probé apenas llegamos a Dallas y me quedaba bien. Pero en el transcurso de esa semana, supongo que por el cambio de clima (calorrrr) y de alimentación, me hinché como una esponja y me quedaba apretado. En algunas fotos me salió una panza infernal, que ya desapareció, por suerte. Pero estaba linda (even if I say so myself…)
Llegamos al templo Emanu-El (grande, bien tipo Texas, moderno, en realidad es un complejo educativo y tiene salas de conferencias, etc.) y nos entregaron un mini cuadernillo que explicaba los pasos y la simbología de la ceremonia y me pareció muy interesante. Los invitados no judíos, o sea, nuestro grupo, no sabían si tenían que ponerse la kipá (el gorrito) o no y daban vueltas y vueltas. Sean fue a la fuente: le preguntó al padre del novio, que dijo que no era obligatorio pero se puso chocho cuando, acto seguido, Sean agarró uno y se lo plantó en la cabeza. Después, todos lo siguieron.
La ceremonia fue muy linda. En el fondo, ritual más, ritual menos, el mensaje es el mismo: ser buena persona, formar una familia en los valores tradicionales, respetar a la pareja. Fue en hebreo y en inglés. Cuando el novio rompió la copa, yo también grité ¡Mazel Tov! Un salame del año cero dejó el celular encendido y empezó a sonar en plena ceremonia pero como tardaba en atender, hasta la novia se dio vuelta y miró a la audiencia con cara de traste. Pobre Aliza.
La fiesta fue divertida, la verdad que la pasamos bárbaro. Y SI, ¡pasaron Hava Nagila Hava y bailé al ritmo hebreo, jaja! Cuando el DJ anunció que se necesitaban hombres forzudos para el baile de las sillas, Sean, con cara de resignación, fue el primero en levantarse e ir a la pista y hubo risas y aplausos. De más esta decir que la silla del novio volaba por el aire…jaja!
1 comentario
Sil -
Divino el vesti Anina!!!
Besos
SIL