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M en vaig a escampar la boira

Londres

El viernes a la noche fuimos a Londres. Llovió todo el fin de semana y encima estaba bastante fresco, entre 13 y 15 grados.
Cuando llegamos a Heathrow, fuimos a recolectar el auto que habíamos alquilado. Sean pidió, como siempre, un Ford Focus. Lo más gracioso fue descubrir que nos dieron un auto… ¡convertible! ¡Y jamás paro de llover! ¿A quién se le ocurre?? De más está decir que no levantamos el techo.

Almorzamos con James cerca del depto, en East Dulwich. Como teníamos tiempo (y yo me negué rotundamente a sentarme frente al televisor toda la tarde como una morsa), los hermanitos respiraron profundo, contaron hasta 10 y aceptaron ir a pasear. Tomamos el colectivo número 40 hasta London Bridge (nos sentamos en el piso de arriba). Caminamos unos metros y comenzó a llover más fuerte y justo (oh casualidad) pasamos frente a la catedral de Southwark, y saben que me gustan visitarlas, me rogaron con la mirada y las ondas cerebrales “no, no, no, no”. Pero como dijo James “It’s free and it’s dry”. O sea, entramos (ellos a regañadientes) para escapar de la lluvia. Además, un poco de cultura no viene mal. Mmmhh, me parece que no los convencí…

Paseamos por ahí un ratito más y emprendimos la vuelta. Otros 45 minutos en el bondi. Pasamos por lugares donde teníamos que agacharnos para esquivar las flechas. Constitución u Once tienen mucho que aprender todavía. James y Sean estaban criticando el lugar y James dice, en voz alta y tono sarcástico, “Si, a ver quien detecta al hombre blanco” nos dimos vuelta y notamos que éramos los únicos caras pálidas en todo el bondi!

A la tardecita fuimos a Tunbridge Wells, donde vive Cousin David, que organizo una comida en un bistró con amigos y la nueva novia (es viudo). La pasamos muy bien. De vuelta en la casa, nos quedamos hasta casi las 5 AM tomando café (yo) y Strega (los muchachos), recordando su infancia, hablando de la familia, etc. Ahí descubrí que el abuelo paterno de Sean era canadiense y falleció en la Segunda Guerra Mundial.
El domingo, David preparó un fry-up, que es el desayuno clásico: panceta, chorizos, papas, pan, champiñones, huevos y tomates fritos (¡todos y cada uno!), porotos en salsa de tomate, tostadas y té. Muy rico, pero me cayó como un yunque. Después de comer, dejamos a James en Londres y fuimos al aeropuerto.

1 comentario

romina -

me diste ganas de ir a Londres! y que me den un convertible desafiando la lluvia, caray! ciao Romina